El vermú del Rector

imagesNo nos complace nada esta convocatoria del Rector que confunde los significados de solidaridad y caridad  y vulnera la aconfensionalidad de una institución pública como es la Universidad que, además, se debe definir como laica por resolución del Claustro que, hace un par de años, votó a favor de una enmienda en este sentido.
La confusión entre solidaridad y caridad se va haciendo cada vez más frecuente y es fruto de la época de retroceso ideológico que estamos viviendo. Si nos están empujando 40 años atrás en derechos políticos, sociales y económicos parece lógico que también nos retrocedan en el argumentario colectivo.
La caridad plantea la ayuda al pobre (en lenguaje moderno: la gente con menos recursos o la gente que lo está pasando mal) sin análisis ni crítica de las causas y consecuencias de esa desigualdad social. La limosna y “Siente a un pobre en su mesa” serían unos buenos ejemplos.
La solidaridad parte de un análisis crítico para denunciar la injusticia ejercida sobre las personas y también sobre los pueblos. Es un camino de ida y vuelta, de ayuda mutua, de lucha para cambiar el orden establecido. Es el “hoy por tí, mañana por mí”. En palabras de la nicaragüense Gioconda Belli, “la solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Que la recaudación se destine a la Hermandad del  Santo Refugio nos parece un serio incumplimiento del carácter laico de la Universidad como institución pública.
Y conste que no tenemos nada en contra de esta entidad religiosa ni de ninguna otra, sea de la confesión que sea ya que defendemos la libertad religiosa.
Nuestra crítica no se produce porque un grupo de gente universitaria decida donar dinero a una entidad confesional. No tenemos nada que opinar si Manuel López Pérez y sus “queridos amigos” quedan a tomar vermú y su sensibilidad, acentuada por estas entrañables fechas, les empuja a hacer un donativo, o dedicar una parte de su nómina a la entidad que quieran.
El problema es, como siempre, la confusión entre el ámbito público y el privado. Juan Alberto Belloch o Manuel López se representan a sí mismos pero el Alcalde o el Rector representan instituciones públicas y cuando ejercen esa representación no deben conculcar la laicidad de dichas instituciones.
Proponemos al Rector que para el próximo vermú navideño haga una crítica de la situación económica que están produciendo los recortes de este Gobierno y  destine la recaudación, por ejemplo, al Albergue municipal.

Esta nota es suscrita por:
·       La Algara: candidatura trabajadores de la Universidad de Zaragoza en el Claustro.
·       Asamblea EINA-Artes
·       Babel: sección sindical trabajadores de la Universidad de Zaragoza
·       CGT: sección sindical trabajadores de la Universidad de Zaragoza

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