«Otro mundo es posible», Chema en el Ayuntamiento

 

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Buenas tardes.

Muchas gracias por este inesperado reconocimiento, aunque he de decir que los actos de carácter solemne e institucional me resultan un tanto elitistas y lejanos. Una efímera tormenta de verano ha recorrido mi vida y la de mi familia con gran estruendo mediático donde se ha significado en demasía mi condición y mi imagen. Pronto pasará y volveremos a la normalidad, con mis amigos soñaré lo imposible, defenderé causas perdidas y perseguiremos utopías inalcanzables. Siempre colectivamente y con radical horizontalidad democrática, sin jefes ni amos, pletóricos de solidaridad, voluntad y altruismo.

Dedico y comparto esta distinción con Amparo, mi mujer y compañera, mis hijas, madre, familia y amigos y con los compañeros y compañeras del Movimiento hacía un Estado laico, de las Asociaciones de Venecia, Torrero y La Paz a la que pertenezco, del Cantero y de la CGT. No nombro a nadie para nombrar a todos, con los que he compartido largas y apasionadas discusiones, muchas horas en la elaboración de alternativas y propuestas, imaginativas reivindicaciones; esfuerzos, reflexiones, complicidades, compañerismo, amistad al fin… Sin ellos no tendría sentido estar hoy aquí.

Del movimiento libertario, mi referente, extraigo una frase que ha dado sentido a mi vida: “el hombre, la mujer, por el hecho de nacer tiene derecho a vivir dignamente”. Porque la vida es muy corta. Rechazo y me rebelo contra las medidas políticas que causan explotación, miseria, desigualdad, miedo…

En los colectivos debatimos aspectos sociales, ecológicos, laicos, urbanísticos, culturales, memorialistas, políticos… En fin, de todo lo que nos afecta y  buscamos en nuestro quehacer más libertad, igualdad y justicia social…

Nos insulta y humilla la corrupción que contamina todas las instituciones.

Nos indignan los infames desahucios; los injustos recortes en dependencia, pensiones, derechos sociales, sanidad y educación; el paro y la precariedad laboral; el copago farmacéutico; la venta de los servicios públicos o de su gestión al capital privado…,y mientras, se dilapida el dinero público.

Nos sentimos engañados con las ventajas fiscales a las empresas del Ibex y grandes fortunas; la sumisión política a los insolidarios mandatos neoliberales; la total desregulación de la economía y su vergonzoso carácter especulativo; la fulgurante aprobación del artículo 135 de la Constitución que legitima todas las medidas antisociales…

La política económica no mira por el bienestar de los ciudadanos, disminuyen sus derechos y empeoran sus condiciones de vida, mientras una minoría acumula grandes capitales y bienes. Al mantra de no hay dinero le sigue la degradación de los servicios públicos y del país.

La vergüenza y la humillación esconden realidades miserables de gentes bien cercanas… Se rescata la banca y no al ciudadano. Los que han generado la crisis siguen libres y con las alforjas llenas y la Renta Básica ni se plantea… Si protestamos contra esta injusticia, se suceden las detenciones, identificaciones indiscriminadas, multas y prohibiciones con brutalidad y prepotencia policial en muchas ocasiones.

El Estado Laico es el único garante del respeto y la libertad de conciencia. Hay que derogar el Concordato. Los símbolos religiosos siguen presidiendo las instituciones públicas y los Reglamentos Protocolarios son confesionales, como el de este Ayuntamiento. El dogma forma parte del sistema curricular del alumnado. Se favorece a la concertada y confesional en vez de apostar por un escuela pública y laica. Se permite por ley que los obispos sean fedatarios públicos e inmatriculen toda clase de bienes.

En fin, nos preocupa la encrucijada histórica en la que una minoría insolidaria nos ha metido y empujamos para generar una ventolera de aire fresco que limpie todos los rincones del Estado, que genere la ilusión y participación para transformar la sociedad y así recuperar, el futuro y la alegría de vivir.

Otro mundo es posible.  Muchas gracias de nuevo.

Salud.

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