Intervención de MHUEL en la Comisión Plenaria

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Comisión Plenaria de Presidencia y Participación Ciudadana a propósito de la propuesta de modificación del Reglamento e protocolos.

Lo primero de todo es manifestar nuestra satisfacción por poder expresar en este foro, ejerciendo el derecho que nos asiste como ciudadanos, la opinión de nuestro colectivo Mhuel, Movimiento hacía un Estado laico. Nuestra intención, más allá de cualquier interés partidista, es aportar argumentos e ideas con el objetivo puesto en la consecución de un Reglamento de Protocolo radicalmente laico.

Señalamos que con “radicalmente laico” queremos expresar:

1º) máximo respeto a todas las confesiones religiosas y a toda la ciudadanía que, amparada por un derecho inalienable, ejerce la libertad de culto y de conciencia en el seno de una sociedad plural y democrática.

2º) clarísima concepción de que las doctrinas, rituales y dogmas de cualquier confesión religiosa pertenecen a un ámbito estrictamente personal y privado del que no deberían salir.

3º) un tajante y riguroso posicionamiento en la separación de Iglesia y Estado, lo cual conlleva evidentemente, a una separación de Iglesia e instituciones civiles como es el caso del Ayuntamiento de nuestra ciudad.

Dicho esto, comunicar nuestro apoyo a la modificación presentada por el equipo de gobierno al Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Zaragoza en relación al artículo 8, el que regula la asistencia de la Corporación a determinados actos, hasta ahora concretados en el Rosario de Cristal, Santo Entierro, Ofrenda a la Virgen del Pilar, San Valero y Corpus Cristi.

Con todos los respetos no es aceptable que la Corporación continúe participando en actos confesionales, rodeados de solemnidad y boato. Se da una imagen de sumisión del poder civil al poder religioso o de connivencia entre ambos totalmente fuera de lugar y propia de otros tiempos que la sociedad ha superado con creces.

Hemos tenido varias conversaciones con las diferentes formaciones políticas que componen esta Corporación empezando por ZeC y Cha que, aunque coinciden en el fondo, discrepan en dos cuestiones expresadas en los votos particulares presentados por Cha que no deben presentar dificultad de acuerdo y con las que Mhuel está de acuerdo. Continuando con C´s y Psoe que consideran un avance reducir a dos de los cinco actos confesionales en los que se viene participando, concretamente en la Ofrenda y en San Valero por ser los patronos de la ciudad. Según sus palabras los otros tres actos son de un calado estrictamente religioso y han expresado su disposición a retirarlos. Justifican su posición en dos conceptos, la tradición y la libertad que ampara a los concejales.

Y aunque observamos que en su voto particular se descuelga la asistencia al Corpus, en esta ronda de conversaciones hemos exceptuado al PP por dos motivos, uno por su ánimo siempre descalificante e incluso insultante para con nuestro colectivo y dos, por haberles solicitado entrevistas en alguna ocasión habiendo obtenido siempre la callada por respuesta.

Tradición y libertad del concejal.

Si analizamos el concepto de tradición o tradicional y lo consideramos por el hecho de serlo como intocable, estaríamos hablando del más exacerbado inmovilismo, de la persistencia de unas costumbres ancladas en el pasado que no nos dejarían avanzar hacía metas jalonadas por otros valores que en la actualidad consideramos más democráticos, plurales, justos, éticos, etc. Sería una barbaridad que hoy estuviera vigente el garrote vil, por poner un ejemplo. En estos dos casos, San Valero y Ofrenda, tal y como se desarrollan está claro que son actos confesionales con salidas del Ayuntamiento para dar culto a una imagen o para ser recibidos en la Seo por el arzobispo y con sendas misas pontificales incluidas. ¿Hay algo más confesional que una misa? ¿Entonces por qué el Corpus no y San Valero o la Ofrenda sí?  Cuando menos es una contradicción difícil de sostener y que se intenta justificar aludiendo a que son los patronos de la ciudad…

Cuando hablamos de la libertad de los concejales, pensamos que se está tergiversando interesadamente este concepto. Un concejal no es elegido por su fe, lo es por el programa político de su partido, por su oratoria, para que cumpla lo prometido y lo haga bien. No nos importan sus convicciones religiosas. En este sentido cualquier concejal puede asistir a un acto confesional a título individual, como cualquier ciudadano, como todos nosotros, sin símbolos municipales inherentes a su condición, pudiendo ejercer la libertad de culto y la libertad de conciencia. Nadie podrá prohibirle ese derecho. Desde luego como concejal no puede asistir a los actos que le venga en gana representando al Ayuntamiento, esto no tiene que ver con la libertad a la que se alude.

Mhuel propone avanzar en ese objetivo que engloba a todos los vecinos y vecinas de la ciudad, sean de izquierda o de derecha, de arriba o de abajo, hacía un comportamiento civil y laico del Ayuntamiento, para lo cual proponemos:

1º) que consideréis que la colaboración del Ayuntamiento organizando la Ofrenda y disponiendo del personal y medios necesarios para facilitar la participación de los ciudadanos que deseen asistir, es suficiente.

2º) que el Ayuntamiento organice un acto de carácter civil con independencia de todos los demás que se lleven a cabo en la ciudad a lo largo de ese día, el que se acuerde entre todos vosotros y exclusivamente municipal como alternativa al estrictamente religioso.

En los dos puntos anteriores el Ayuntamiento no obstaculiza, ni limita, ni prohíbe que la Iglesia Católica celebre los actos confesionales que considere oportuno. Tampoco que si hay concejales que quieran acudir a esas celebraciones religiosas, lo hagan en su condición de ciudadanos, a título individual y nunca en representación del Consistorio.

Salud.

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