DEFENSOR DEL PUEBLO
Paseo de Eduardo Dato 31 , MADRID
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La asociación aragonesa Movimiento hacia un Estado Laico -MHUEL-, una vez en conocimiento de la invitación cursada por el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, al personal universitario para asistir a un ‘aperitivo solidario’ que se celebrará hoy, martes 17, en el Pabellón Polideportivo Universitario, denuncia la vulneración del principio de aconfesionalidad que debe regir esta institución pública.
MHUEL explica que “la asistencia a este aperitivo tendrá un costo por persona de 5 euros de los cuales se donarán 2 euros a la Hermandad del Santo Refugio. MHUEL respeta y nada tiene en contra de la labor que realiza la citada Hermandad, pero volvemos a denunciar la actitud por parte del Rectorado de la Universidad Pública de Zaragoza de no mantenerse neutral en materia religiosa, vulnerando de nuevo el principio de aconfesionalidad que deberían mostrar y mantener todas las instituciones públicas del Estado”.
“Tenemos muy claro que el principio de solidaridad no debe ir unido al de caridad, son cosas distintas para ámbitos diferentes. Al mismo tiempo recordamos que en estos momentos de trágicos recortes en materia educativa, bien se podría haber planteado dicha donación sin otorgarle carta de naturaleza caritativa a estamentos públicos que velen por salvaguardar las becas de comedores escolares, las ayudas para libros o la financiación de matrículas universitarias para jóvenes sin recursos económicos, por citar solo unos pocos ejemplos más acordes al estamento público al cual pertenece la Universidad”, concluyen desde MHUEL.
Por otra parte los colectivos La Algara -candidatura trabajadores de la Universidad de Zaragoza en el Claustro, Asamblea EINA Artes, Babel -sección sindical trabajadores de la Universidad de Zaragoza- y el sindicato CGT -sección sindical trabajadores de la Universidad de Zaragoza- explican que “no nos complace nada esta convocatoria del Rector que confunde los significados de solidaridad y caridad y vulnera la aconfensionalidad de una institución pública como es la Universidad que, además, se debe definir como laica por resolución del Claustro que, hace un par de años, votó a favor de una enmienda en este sentido. La confusión entre solidaridad y caridad se va haciendo cada vez más frecuente y es fruto de la época de retroceso ideológico que estamos viviendo. Si nos están empujando 40 años atrás en derechos políticos, sociales y económicos parece lógico que también nos retrocedan en el argumentario colectivo”.
“La caridad plantea la ayuda al pobre (en lenguaje moderno: la gente con menos recursos o la gente que lo está pasando mal) sin análisis ni crítica de las causas y consecuencias de esa desigualdad social. La limosna y ‘Siente a un pobre en su mesa’ serían unos buenos ejemplos. La solidaridad parte de un análisis crítico para denunciar la injusticia ejercida sobre las personas y también sobre los pueblos. Es un camino de ida y vuelta, de ayuda mutua, de lucha para cambiar el orden establecido. Es el ‘hoy por ti, mañana por mí’. En palabras de la nicaragüense Gioconda Belli, ‘la solidaridad es la ternura de los pueblos’”, explican los colectivos universitarios.
Para estos colectivos “que la recaudación se destine a la Hermandad del Santo Refugio nos parece un serio incumplimiento del carácter laico de la Universidad como institución pública. Y conste que no tenemos nada en contra de esta entidad religiosa ni de ninguna otra, sea de la confesión que sea ya que defendemos la libertad religiosa. Nuestra crítica no se produce porque un grupo de gente universitaria decida donar dinero a una entidad confesional. No tenemos nada que opinar si Manuel López Pérez y sus ‘queridos amigos’ quedan a tomar vermú y su sensibilidad, acentuada por estas entrañables fechas, les empuja a hacer un donativo, o dedicar una parte de su nómina a la entidad que quieran. El problema es, como siempre, la confusión entre el ámbito público y el privado. Juan Alberto Belloch o Manuel López se representan a sí mismos pero el Alcalde o el Rector representan instituciones públicas y cuando ejercen esa representación no deben conculcar la laicidad de dichas instituciones. Proponemos al Rector que para el próximo vermú navideño haga una crítica de la situación económica que están produciendo los recortes de este gobierno y destine la recaudación, por ejemplo, al Albergue municipal”, concluyen.
No nos complace nada esta convocatoria del Rector que confunde los significados de solidaridad y caridad y vulnera la aconfensionalidad de una institución pública como es la Universidad que, además, se debe definir como laica por resolución del Claustro que, hace un par de años, votó a favor de una enmienda en este sentido.
La confusión entre solidaridad y caridad se va haciendo cada vez más frecuente y es fruto de la época de retroceso ideológico que estamos viviendo. Si nos están empujando 40 años atrás en derechos políticos, sociales y económicos parece lógico que también nos retrocedan en el argumentario colectivo.
La caridad plantea la ayuda al pobre (en lenguaje moderno: la gente con menos recursos o la gente que lo está pasando mal) sin análisis ni crítica de las causas y consecuencias de esa desigualdad social. La limosna y “Siente a un pobre en su mesa” serían unos buenos ejemplos.
La solidaridad parte de un análisis crítico para denunciar la injusticia ejercida sobre las personas y también sobre los pueblos. Es un camino de ida y vuelta, de ayuda mutua, de lucha para cambiar el orden establecido. Es el “hoy por tí, mañana por mí”. En palabras de la nicaragüense Gioconda Belli, “la solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Que la recaudación se destine a la Hermandad del Santo Refugio nos parece un serio incumplimiento del carácter laico de la Universidad como institución pública.
Y conste que no tenemos nada en contra de esta entidad religiosa ni de ninguna otra, sea de la confesión que sea ya que defendemos la libertad religiosa.
Nuestra crítica no se produce porque un grupo de gente universitaria decida donar dinero a una entidad confesional. No tenemos nada que opinar si Manuel López Pérez y sus “queridos amigos” quedan a tomar vermú y su sensibilidad, acentuada por estas entrañables fechas, les empuja a hacer un donativo, o dedicar una parte de su nómina a la entidad que quieran.
El problema es, como siempre, la confusión entre el ámbito público y el privado. Juan Alberto Belloch o Manuel López se representan a sí mismos pero el Alcalde o el Rector representan instituciones públicas y cuando ejercen esa representación no deben conculcar la laicidad de dichas instituciones.
Proponemos al Rector que para el próximo vermú navideño haga una crítica de la situación económica que están produciendo los recortes de este Gobierno y destine la recaudación, por ejemplo, al Albergue municipal.
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· La Algara: candidatura trabajadores de la Universidad de Zaragoza en el Claustro.
· Asamblea EINA-Artes
· Babel: sección sindical trabajadores de la Universidad de Zaragoza
· CGT: sección sindical trabajadores de la Universidad de Zaragoza
En MHUEL (Movimiento hacia un Estado Laico), pensamos que separar Iglesia y Estado es bueno para la ciudadanía. Es la laicidad la que mejor defiende todas las creencias y las no creencias. Pensamos también que incluso una celebración tan arraigada entre la gente como la Navidad necesita ser desestructurada y puesta en su justo lugar, separando lo que es religión de lo que es calendario.
No se sabe cuando nació Jesús, y el que se celebre su cumpleaños el 25 de diciembre tiene mucho que ver con el intento de reconvertir las celebraciones paganas previas en celebraciones de las nuevas religiones. Las religiones viejas siempre son paganas para las nuevas. Unos dioses van al paro y otros nuevos empiezan a ser adorados con fuerzas renovadas.
Antes de la Navidad se celebró en la misma fecha el nacimiento de Mitra y antes el de Apolo y antes… Los sucesivos dioses, qué curioso, han nacido siempre en el solsticio de invierno, porque todas las religiones aprovecharon la fuerza evocadora del solsticio.
Cada persona puede creer en lo que quiera, y puede celebrar lo que quiera, pero debe saber que desde épocas ancestrales los primeros grupos humanos celebraban el solsticio de invierno como la noche del nacimiento de la luz, fecha en la que las tinieblas eran derrotadas y por eso daban culto al sol.
Como mostramos en este escaparate, cada cual debe respetar las celebraciones de otras personas y grupos. Nuestra celebración es laica, tiene que ver con el calendario y lo simbolizamos con esas piedras tan impresionantes que se elevaron para mostrar los solsticios.
¡¡¡ MHUEL OS DESEA UN FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO !!!