El Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) se ha venido manifestando, año tras año, al paso de la procesión de la Corporación Municipal desde el Ayuntamiento a la misa pontifical en la Catedral de La Seo, entendiendo que la institución, como tal, no puede participar en actividades confesionales sin contravenir el artículo 16.3 de nuestra Constitución.
Por ello, habíamos comunicado a la Delegación del Gobierno en Aragón la convocatoria de un acto de protesta en la plaza de la Seo a las 10.15, el próximo día 29 de Enero.
Hoy hemos tenido noticia de fuentes del Ayuntamiento de que “no habrá salida en Corporación y, por tanto, no es necesaria la banda de Concejal”, lo que nos lleva a desconvocar el mencionado acto de protesta.
Siempre hemos afirmado que no tenemos nada en contra del ejercicio de la libertad de culto de aquellos concejales que deseen participar, privadamente y a título personal, en actos religiosos pero nos oponemos rotundamente a su presencia, con banda e insignia, en nombre de una institución que debe representar a toda la ciudadanía.
Esta desconvocatoria no impide que sigamos manifestando nuestra oposición a la vigencia de un Reglamento de Protocolo y Ceremonial del Ayuntamiento de Zaragoza claramente confesional.
A lo
largo del día de ayer nos vimos sorprendidos por las noticias
provenientes de la Conferencia Episcopal y por las declaraciones del
Ministro Bolaños en relación con el problema de las
inmatriculaciones de bienes inmuebles por parte de la Iglesia
Católica.
Los
titulares de los medios se centraban en el hecho de que la
Conferencia Episcopal (CE) reconocía en un informe que cerca de 1000
de los 34000 bienes inmatriculados por la Iglesia entre 1998 y 2015
pertenecen a un tercero o no consta su titularidad, asumiendo por
exclusión que los restantes no son objetables.
El
informe es realizado por la propia CE a partir de un listado de
inmatriculaciones incompleto hecho público por el Gobierno. Decimos
incompleto porque en él no figuran las inscripciones registrales
previas a 1998 (entre las que se encuentran la mayor parte de los
templos de Zaragoza capital) ni incluye la información de las notas
simples que permitiría identificar con claridad los inmuebles de que
se trata.
Mientras
los medios interrogan por los bienes afectados, nosotros nos
preguntamos cómo es posible que bienes pertenecientes a un tercero
figuren inscritos en los registros de la propiedad a nombre de
entidades eclesiásticas. Qué título aportó el eclesiástico que
solicitaba la inscripción, qué comprobaciones realizó el
registrador que la practicó y qué legislación permitió que esas
apropiaciones indebidas se dieran. Las preguntas son pertinentes en
términos generales y en el caso particular del conocido templo de
San Juan de los Panetes de Zaragoza, en el que una prospección
azarosa de Mhuel permitió detectar que fue inscrito por la diócesis
zaragozana a finales de los ochenta cuando desde 1933 formaba parte
del Patrimonio Nacional. El “error” (por denominarlo suavemente)
fue subsanado casi treinta años después, en 2017, cuando la
diócesis solicitó cancelar la inscripción.
Por
ello, desde MHUEL cuestionamos todo el proceso. Todas las
inmatriculaciones realizadas desde 1978 al amparo de una ley que
equiparaba a obispos con notarios deben ser declaradas nulas de pleno
derecho, por inconstitucionalidad manifiesta sobrevenida. No negamos
el derecho de la iglesia a ser titular de bienes, como cualquier
persona física o jurídica, pero no a inscribirlos como propios
apoyándose en la mera declaración de los prelados.
El
camino sugerido por el Ministro para la recuperación de esos bienes
por sus legítimos dueños lleva a la apertura de miles de procesos
judiciales costosos en tiempo y recursos, que obligan a demostrar la
propiedad de quien impugna cuando la iglesia ha inscrito esos bienes
sin aportar más título que la palabra del eclesiástico.
El
Gobierno, con este proceder, está reconociendo la apropiación de
hecho de la mayor parte de los inmuebles, incluyendo en ellos bienes
de dominio público, que deberían ser intransferibles y que forman
parte del patrimonio histórico-artístico de nuestro país,
incumpliendo su propio acuerdo programático en cuyo apartado 5.11
figura que “haremos las modificaciones legislativas oportunas
para facilitar la recuperación de los bienes inmatriculados
indebidamente por la Iglesia basadas en el privilegio de inscribir en
el Registro de la Propiedad bienes a partir de simples declaraciones
de sus propios miembros”.
En
Mhuel entendemos que el problema no puede ser resuelto con una
negociación opaca como la abordada con la CE sino que requiere una
respuesta global y justa debatida en el marco del Parlamento. Por
nuestra parte, seguiremos impulsando dicha vía y denunciando este
expolio patrimonial.
Un año más os convocamos para el sábado 29 de enero, festividad de san Valero, a las 10.15h en la Plaza de La Seo para reclamar un reglamento de protocolo municipal que respete la laicidad de las instituciones y para recordar a los concejales que desfilan en ese «paseillo» de sumisión del poder civil al religioso la necesidad de cumplir con el principio de aconfesionalidad del Estado recogido en el artículo 16.3 de la vigente Constitución.
Como bien sabéis, nada tenemos en contra del ejercicio de la libertad de culto de aquellos concejales que deseen participar privadamente y a título personal en dichos actos religiosos, pero nos oponemos rotundamente a su presencia, con banda e insignia, en nombre de una institución que debe representar a toda la ciudadanía, independientemente de sus convicciones religiosas.
Como siempre, contamos con vuestra presencia (cumpliendo con la normativa anti-covid) hasta la consecución de nuestro objetivo: un Estado Laico.
Un cordial saludo
MHUEL Movimiento Hacia Un Estado Laico NIF G- 99237299 Registro Asociaciones D.G.A. 01-Z-2458-2009