Artículo que nos manda nuestra compañera Belén.
En mi país hay dinero público para toros (para matarlos en público, se entiende) pero se recorta en educación. El monarca de mi país se gasta en unos días lo que a mi me cuesta dos años (o más) ganar, y además para matar animales en peligro de extinción. En mi país, los muertos (120.000) que dejaron los vencedores en las cunetas después de un alzamiento militar contra la democracia hay que sacarlos y enterrarlos con dignidad sin ayuda de ningún juez. A la dictadura que hubo durante cuarenta años en mi país, y que dejó esos muertos en las cunetas, es posible que la investiguen antes en Argentina que aquí. En mi país hay una confesión religiosa, con comportamientos homófobos y misóginos, a la que se le adjudican 10.000 millones de euros al año, que es la cantidad que el gobierno de mi país acaba de recortar de sanidad y de educación. En mi país han indultado a dos culpables de un juego macabro de cadáveres que sucedió después del accidente del Yak-42. Su responsable, el Sr. Trillo, es embajador de mi país en Londres. Mientras todo esto ocurre, en mi país hay 5,6 millones de parados, pero nuestros gobernantes, que son unos patriotas, siguen la política económica que dicta Alemania, que sólo sirve para crear más paro. Me acuerdo mucho de Machado, se me está helando el corazón.