Desde la asociación aragonesa Movimiento hacia un Estado Laico , nos hacemos eco de la noticia publicada hoy día viernes 25 de mayo en el PERIÓDICO DE DRAGÓN firmada por el periodista Eduardo Bayona en la que nos informa que el Arzobispo de Zaragoza Monseñor Urueña y la Conferencia Episcopal , demandan judicialmente a la Universidad de Zaragoza por dar «Poca» Religión en la Escuela de Magisterio perteneciente a la Universidad Pública de Zaragoza.
Leída la noticia y su argumentario , la asociación MHUEL rechaza de plano esta nueva injerencia confesional en el ámbito público , nos parecería correcto y adecuado que la carga de contenido confesional fuera para la Universidad San Jorge que está dentro de la órbita católica de pensamiento pero no para la Universidad Pública de Zaragoza que es de todos y para todos sin exclusiones por motivos de raza , creencias y condición social al amparo del artículo 14 de nuestra vigente Constitución.
Una vez más MHUEL recuerda el artículo 16.3 de la Constitución » Ninguna confesión tendrá carácter estatal » y también una vez más exigimos a las fuerzas políticas y a sus representantes que cumplan y hagan cumplir el principio de aconfesionalidad del Estado Español recogido en el texto Constitucional. Al mismo tiempo reclamamos un Estado verdaderamente Laico , respetando las creencias de cada uno y su libertad para ejercerlas en el ámbito privado , pero dejando a las instituciones del Estado neutrales y libres de cualquier confesionalismo.
Invocar a los generosos , onerosos y dadivosos acuerdos con la Santa Sede nos parece una actuación atrevida e irresponsable por parte de la jerarquía católica dado que dichos acuerdos , creemos que ya no son acordes con la realidad del País y de la sociedad y que tarde o temprano serán derogados y abolidos por sentido común al equiparar por iguales a toda la sociedad y a sus instituciones ya sean privadas o públicas para que tengan los mismos derechos pero también las mismas obligaciones.
No seremos nosotros los que entremos a gobernar en ninguna casa ajena a la nuestra aunque se mantenga con nuestros impuestos , pero tampoco queremos que otros entren en las casas que todos y cada uno compartirmos a gobernarnos según sus creencias.
Jorge A. García
Vicepresidente