La asociación aragonesa Movimiento hacia un Estado Laico ( MHUEL ) se hace eco de las noticias sobre las legítimas quejas de los vecinos del barrio zaragozano Parque Venecia referentes a la construcción de un centro parroquial en su barrio.
MHUEL en su día denunció las cesiones de suelo público gratuito por parte del Ayuntamiento de Zaragoza a diferentes confesiones religiosas para uso de culto u otros fines . Esta errática política arbitraria , poco o nada fundamentada , ya causó un serio problema en el barrio Rosales del Canal con la cesión gratuita de una parcela de suelo público a favor de REMAR.
La cesión a REMAR , hoy en vías de solución , debería haber sido suficiente ejemplo para el Consistorio y así evitar futuros problemas de esta índole . MHUEL reconoce que en estos momentos hay configurada una comisión de suelos en el municipio para determinar los criterios para conceder dichas cesiones , pero recuerda que el problema surgió del propio ayuntamiento y éste debe ser quien resuelva estas cuestiones en favor de los vecinos de los barrios de Zaragoza.
En el caso que ahora nos ocupa , Parque Venecia , nos volvemos a encontrar con un barrio emergente de nueva creación que gozará de un centro parroquial en una parcela cedida por el Ayuntamiento gratuitamente al Arzobispado de Zaragoza por 75 años cuya cesión fue prorrogada «alegremente » ante la falta de ejecución de obra y no revertida de nuevo al municipio ; pero sin embargo este barrio no gozará de momento de los elementales y prioritarios servicios públicos – colegio , ambulatorio , guardería , ludoteca etc- que son servicios esenciales para todos los vecinos y vecinas del barrio independientemente de las opciones políticas que tengan o de las creencias que profesen.
MHUEL tilda este nuevo episodio de «vergonzoso e inaudito » y seguirá trabajando para erradicar estas prácticas apoyando a los vecinos en sus reclamaciones . Así mismo esta asociación recuerda al equipo de gobierno municipal de Zaragoza que su misión es velar por el bien de los vecinos y vecinas de Zaragoza en el marco de los servicios públicos y no entrar a privilegiar el «pastoreo de almas » de los mismos .