Zaragoza a 28 de septiembre del 2015
Intervención de MHUEL en el pleno municipal Excmo. Alcalde de Zaragoza don Pedro Santisteve distinguidos concejales de la corporación señoras y señores de anacrónico y si me permiten hasta un poco cómico, que la asociación MHUEL tenga que intervenir una vez más en este pleno y en el año 2015 de nuestro señor.
Las cosas que deberían ser normales, parecen que se hacen excepcionales, lo que demuestra que la sociedad en general sigue yendo muy por delante de la visión y realidad política.
Parece ser que cumplir y hacer cumplir el artículo 16. 3 de la vigente constitución española produce sarpullidos políticos cuando se acercan unos comicios generales en el mes de diciembre y se tiende a nadar y guardar la ropa.
En el texto de modificación de reglamento de protocolo que ahora se debate, reconocemos ciertos avances, pero también atisbamos grandes gateras para volver a las andadas anteriores.
Cuestión que nos preocupa por su indefinición.
Reconocemos al grupo de CHUNTA Aragonesista su labor desde el año 2013 por su moción de modificación del reglamento y agradecemos sinceramente su compromiso por la laicidad institucional, así como su coherencia entre lo que dicen y hacen y viceversa.
Agradecemos a Zaragoza en común y por extensión al equipo de gobierno, su impulso político para normalizar estridencias excéntricas y cumplir con la constitución de una vez.
Nadie les dijo que iba a ser fácil ; ahora ya lo ven sigan con su coherencia ideológica y política y no admitan cesiones vergonzantes.
Para el grupo socialista
Sr. Roberto Fernández ; “Hechos son amores y no buenas razones “¿ pontificales también? Naden, guarden la ropa y no se definan. Y después, ya verán.
Los principios están para defenderlos, no para mercadear con ellos sus ambiguas posturas, no cumplen ni con su programa electoral ni con las tesis de su congreso federal le recuerdo don Roberto, a un socialista de la rama moderada y de cierto parecido físico con usted don
Indalecio prieto que en sus elocuentes discursos reclamaba: “municipalismo y laicismo “. Pues eso, aplíquese el cuento.
Para el grupo de ciudadanos
Sr. Alberto Casañal: por dos veces les hemos escuchado que ustedes son un partido laico cosa
Que nos alegra ser laico no es delito ni pecado y no se asusten del asombro del partido popular por serlo. Eso sí, sean del todo laicos y no medio laicos, no vayan a confundirse o a confundir.
Para el grupo del partido popular
Sra. Patricia Cavero: ustedes en estos temas ponen siempre el toque folclórico. Parece que la negra mantilla, la jota y la peineta siempre les acompañan.
La peineta no se preocupe ya la pone su compañero de grupo don Jorge Azcón en comitiva y procesión.
La negra mantilla de la hipocresía la porta don Pedro Navarro que en su día nos manifestó que no profesaba creencia alguna (como si a nosotros nos importase que las tenga o no) pero que se debía a un electorado nacional católico sin comentarios y para usted Sra. Cavero va la jota con cariño
“Nadie le teme al caudillo
Que el caudillo ya murió
Y entrado el siglo XXI
Bajo palio no salió “
Así mismo les recordamos el uso de las palabras prohibición y libertad, no confundan al personal de manera torticera. Nadie les prohíbe absolutamente nada en materia constitucional y les recordamos para sus adentros prohibición: suponemos que se refieren a su recién estrenada ley mordaza.
Libertad: damos por hecho que se refieren al concepto de libertad de su añorado Manuel fraga Iribarne, con su celebérrima frase “la calle es mía “
Señor alcalde y miembros de la corporación (y ya término) entendemos laicidad como libertad e igualdad. La de todos y para todos, sin excepciones esta reforma avanzaba, o avanza en esa dirección, aún no lo sabemos tengan el convencimiento y la certeza de que el pueblo de Zaragoza en su labor en defensa de la libertad les reconocería su labor por ajustar la realidad al siglo xxi la historia de esta ciudad, también les recordaría como una corporación valiente.
Muchas gracias
Comisión Plenaria de Presidencia y Participación Ciudadana a propósito de la propuesta de modificación del Reglamento e protocolos.
Lo primero de todo es manifestar nuestra satisfacción por poder expresar en este foro, ejerciendo el derecho que nos asiste como ciudadanos, la opinión de nuestro colectivo Mhuel, Movimiento hacía un Estado laico. Nuestra intención, más allá de cualquier interés partidista, es aportar argumentos e ideas con el objetivo puesto en la consecución de un Reglamento de Protocolo radicalmente laico.
Señalamos que con “radicalmente laico” queremos expresar:
1º) máximo respeto a todas las confesiones religiosas y a toda la ciudadanía que, amparada por un derecho inalienable, ejerce la libertad de culto y de conciencia en el seno de una sociedad plural y democrática.
2º) clarísima concepción de que las doctrinas, rituales y dogmas de cualquier confesión religiosa pertenecen a un ámbito estrictamente personal y privado del que no deberían salir.
3º) un tajante y riguroso posicionamiento en la separación de Iglesia y Estado, lo cual conlleva evidentemente, a una separación de Iglesia e instituciones civiles como es el caso del Ayuntamiento de nuestra ciudad.
Dicho esto, comunicar nuestro apoyo a la modificación presentada por el equipo de gobierno al Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Zaragoza en relación al artículo 8, el que regula la asistencia de la Corporación a determinados actos, hasta ahora concretados en el Rosario de Cristal, Santo Entierro, Ofrenda a la Virgen del Pilar, San Valero y Corpus Cristi.
Con todos los respetos no es aceptable que la Corporación continúe participando en actos confesionales, rodeados de solemnidad y boato. Se da una imagen de sumisión del poder civil al poder religioso o de connivencia entre ambos totalmente fuera de lugar y propia de otros tiempos que la sociedad ha superado con creces.
Hemos tenido varias conversaciones con las diferentes formaciones políticas que componen esta Corporación empezando por ZeC y Cha que, aunque coinciden en el fondo, discrepan en dos cuestiones expresadas en los votos particulares presentados por Cha que no deben presentar dificultad de acuerdo y con las que Mhuel está de acuerdo. Continuando con C´s y Psoe que consideran un avance reducir a dos de los cinco actos confesionales en los que se viene participando, concretamente en la Ofrenda y en San Valero por ser los patronos de la ciudad. Según sus palabras los otros tres actos son de un calado estrictamente religioso y han expresado su disposición a retirarlos. Justifican su posición en dos conceptos, la tradición y la libertad que ampara a los concejales.
Y aunque observamos que en su voto particular se descuelga la asistencia al Corpus, en esta ronda de conversaciones hemos exceptuado al PP por dos motivos, uno por su ánimo siempre descalificante e incluso insultante para con nuestro colectivo y dos, por haberles solicitado entrevistas en alguna ocasión habiendo obtenido siempre la callada por respuesta.
Tradición y libertad del concejal.
Si analizamos el concepto de tradición o tradicional y lo consideramos por el hecho de serlo como intocable, estaríamos hablando del más exacerbado inmovilismo, de la persistencia de unas costumbres ancladas en el pasado que no nos dejarían avanzar hacía metas jalonadas por otros valores que en la actualidad consideramos más democráticos, plurales, justos, éticos, etc. Sería una barbaridad que hoy estuviera vigente el garrote vil, por poner un ejemplo. En estos dos casos, San Valero y Ofrenda, tal y como se desarrollan está claro que son actos confesionales con salidas del Ayuntamiento para dar culto a una imagen o para ser recibidos en la Seo por el arzobispo y con sendas misas pontificales incluidas. ¿Hay algo más confesional que una misa? ¿Entonces por qué el Corpus no y San Valero o la Ofrenda sí? Cuando menos es una contradicción difícil de sostener y que se intenta justificar aludiendo a que son los patronos de la ciudad…
Cuando hablamos de la libertad de los concejales, pensamos que se está tergiversando interesadamente este concepto. Un concejal no es elegido por su fe, lo es por el programa político de su partido, por su oratoria, para que cumpla lo prometido y lo haga bien. No nos importan sus convicciones religiosas. En este sentido cualquier concejal puede asistir a un acto confesional a título individual, como cualquier ciudadano, como todos nosotros, sin símbolos municipales inherentes a su condición, pudiendo ejercer la libertad de culto y la libertad de conciencia. Nadie podrá prohibirle ese derecho. Desde luego como concejal no puede asistir a los actos que le venga en gana representando al Ayuntamiento, esto no tiene que ver con la libertad a la que se alude.
Mhuel propone avanzar en ese objetivo que engloba a todos los vecinos y vecinas de la ciudad, sean de izquierda o de derecha, de arriba o de abajo, hacía un comportamiento civil y laico del Ayuntamiento, para lo cual proponemos:
1º) que consideréis que la colaboración del Ayuntamiento organizando la Ofrenda y disponiendo del personal y medios necesarios para facilitar la participación de los ciudadanos que deseen asistir, es suficiente.
2º) que el Ayuntamiento organice un acto de carácter civil con independencia de todos los demás que se lleven a cabo en la ciudad a lo largo de ese día, el que se acuerde entre todos vosotros y exclusivamente municipal como alternativa al estrictamente religioso.
En los dos puntos anteriores el Ayuntamiento no obstaculiza, ni limita, ni prohíbe que la Iglesia Católica celebre los actos confesionales que considere oportuno. Tampoco que si hay concejales que quieran acudir a esas celebraciones religiosas, lo hagan en su condición de ciudadanos, a título individual y nunca en representación del Consistorio.
Salud.
PLATAFORMA POR LA DEFENSA DE LA ESCUELA PÚBLICA DE ZARAGOZA
http://plataformaescuelapublicaz.wordpress.com/
El desaguisado de Cuarte
Sobre la situación de conflicto abierto en Cuarte de Huerva en torno al colegio Ánfora, la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública quiere manifestar lo siguiente:
Todo ello, considerado en su totalidad, nos conduce a concluir que el desaguisado generado tenía o tiene beneficiarios y cooperantes necesarios que a día de hoy se desconocen y que las autoridades competentes deben investigar y desvelar.
Zaragoza, a 11 de septiembre de 2015
ADEA – CCOO – CEPA – CHA – CSI·F – FABZ – FAPAR – IU – MHUEL – PSOE – UGT
¿QUÉ PASA CON EL COLEGIO “ÁNFORA” DE CUARTE?
Fiscalía Anticorrupción investiga el proceso a instancias de las denuncias presentadas por el
“Grupo Contra los Conciertos”
(CGT-STEA-MHUEL-IU-CHA)
El GRUPO CONTRA LOS CONCIERTOS EDUCATIVOS presenta este breve informe para conocimiento de la opinión pública, tras haber llevado el caso a Fiscalía Anticorrupción de Madrid y de Aragón.
PARA SITUARNOS:
El desprecio a lo público y los amores a lo privado es el fondo sobre el que el gobierno PP/PAR, bajo la dirección de la consejera Serrat, desarrolló su política educativa en la pasada legislatura: los brutales recortes presupuestarios en la escuela pública frente a los casi inexistentes en la concertada, el PIBLEA que permitió colgar el cartel de “centro bilingüe” al 90% de los concertados mientras las condiciones amordazantes para la pública impedían pasar del 45%, la normativa que autorizó aumentar las prácticas segregacionistas en los privados y el cierre masivo de aulas públicas, amparándose en diferentes criterios, fueron las constantes de esta política.
En cuanto a la construcción de centros privados, al intento de ceder terreno público para un colegio privado en Valdespartera, felizmente paralizado desde el Ayuntamiento de Zaragoza, se unió el de la construcción del centro “Ánfora” de Cuarte que nos ocupa.
“ÁNFORA” DE CUARTE, POR ETAPAS:
Está claro que la anterior Consejería del PP puso especial empeño en que este proyecto saliera adelante, fuese como fuese:
1º.- Creando unas condiciones favorables y unas necesidades artificiales de escolarización que justificaran la concesión del concierto. Para ello, se pospuso indefinidamente y casi se paraliza la construcción del colegio público Cuarte III, una construcción aprobada y con presupuesto asignado para 2014.
2º.- Estableciendo una normativa, nunca vista en Aragón, que permite concertar antes de construir, siempre que se cumplan los plazos de la construcción (y de esto ya se encarga la empresa) y que haya alumnado solicitante (y de esto ya se encarga la Consejería).
3º.- Dejándolo todo bien atado. Una vez perdidas las elecciones autonómicas, el 12 de Junio la Consejera “en funciones” aprueba con carácter definitivo el concierto de seis años (al abrigo de la LOMCE) para un colegio todavía sin construir y sin claustro de profesores, a sabiendas de que:
En vista de todo lo expuesto, a principios de Julio nuestro Grupo Contra los Conciertos, puso en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción de Aragón y Madrid, toda la información de la que disponemos.
A mediados de Agosto, la nueva Consejería de Educación (PSOE) deniega el permiso de apertura al “Ánfora” como centro educativo. Pasado el plazo de finalización de obras, la inspección de técnicos del Departamento de Educación presenta informe negativo sobre las condiciones de apertura. Entre otras razones se esgrime que:
A principios de Septiembre, el Grupo Contra los Conciertos es citado por Fiscalía de Aragón para ratificar nuestra denuncia y presentamos nueva documentación ampliando la que ya hemos entregado en Julio.
Sin embargo, y para nuestra sorpresa, un juez del TSJA obliga a la apertura cautelar del centro en una sentencia muy cuestionada, contraviniendo los informes de los técnicos del departamento de educación. A día de hoy, la Consejería ha anunciado que recurrirá esta decisión del juez.
¡CONTINUARÁ………Y OS INFORMAREMOS!
ESTO ES PARTE DEL LEGADO DE SERRAT
SEGUIMOS PENSANDO QUE HAY UN “GRANADOS” OCULTO EN ARAGÓN
Grupo Contra los Conciertos.
Hace unos días, periódicos aragoneses notificaban que la candidatura Zaragoza en Común, la que rige los destinos municipales de la capital, había tomado la decisión de modificar el Reglamento de Protocolo y Ceremonial del consistorio, estableciendo que la Corporación como tal institución no podrá asistir a ningún acto público de carácter religioso y, caso de que los ediles lo hicieran, tendrían que hacerlo a título individual.
Rauda y veloz, la concejal del PP del Ayuntamiento de Zaragoza, Patricia Cevero, protestó dicha modificación, porque, en su opinión, “se hizo sin transparencia, sin consenso” y porque «no tiene pase» en cuanto a formas y a fondo”. Remató la protesta asegurando que se hizo «sin informes, ni técnicos, ni jurídicos y sin ninguna negociación”. Y lo más grave: la intención de ZEC «fue ocultar la verdad a quien tenía que informar».
Me parece genial que el PP defienda sin paliativos la transparencia, la democracia y la verdad. Ya era hora de que manifestara que le importan tales valores esenciales para la democracia. Ahora, será cuestión que los practiquen. Añadiría, no obstante, que, si los ediles de ZeC han cumplido o no con dichas formalidades, no entiendo muy bien el malestar del PP, ya que si algo busca dicha modificación es un avance considerable en el respeto a dichos conceptos de transparencia, verdad y democracia.
Me pregunto si el PP se hubiera sumado a dicha decisión, caso de que dicha votación se habría llevado a cabo en la Plaza del Pilar, a la luz del mediodía. No sé, pero me parece que al PP los avances del laicismo en la sociedad actual, por muy tímidos que sean, le sientan tan mal que, nolis velis, habría montado de igual modo en cólera textual caso de haberse discutido dicha modificación del protocolo con todas las formalidades al uso. Gran parte de los dirigentes del PP siguen anclados aún en el nacionalcatolicismo. Si sirve de consuelo, digamos que, también, lo hacen ciertos sectores de la izquierda anclados incomprensiblemente en ese dique. Por si les sirve de referencia, recordaré que los nuevos consejeros del Gobierno de Navarra han prometido sus cargos ante un crucifijo.
Pero precisemos.
Ninguna institución pública, ningún Ayuntamiento, tiene necesidad alguna de hacer estudios técnicos y jurídicos, ni de ninguna otra naturaleza, para tomar decisiones en torno a la denominada no confesionalidad. Ni, tampoco, se precisa convocar un pleno para tomar dicha decisión, a no ser que se convoque para sancionar positivamente el artículo 16.3 de la Constitución y establecer cuáles son sus inmediatas exigencias institucionales.
En lo que hace relación a lo esencial, los Ayuntamientos no tienen nada que decidir al respecto. La Constitución ya lo hizo por ellos. Esa es la ventaja de tener una Constitución que con toda claridad establece: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
Si los Ayuntamientos son instituciones del Estado, deberían aplicarse el protocolo radical que dimana de dicho artículo. No hace falta hacer sesudas investigaciones jurídicas ni filosóficas, ni técnicas, para deducir de dicho artículo el componente práctico que implica: la incontinencia confesional absoluta de la institución pública llamada Ayuntamiento.
Si algunos ediles se lo quieren montar con preservativos de marca individual en contra de lo que establece la propia Constitución, lo será basándose en argumentos más o menos espurios y demagógicos, pero no democráticos. A los ediles solo les queda la posibilidad de asistir a tales jumelages religiosos individualmente, y siempre disueltos en la masa de la sociedad articulada en procesión, como cualquier otro vecino.
Como quiera que los Ayuntamientos son organismos vivos fundamentales en la gestión pública y cohesión social, haciendo que el respeto al pluralismo ideológico y religioso, moral y sexual, sea una de sus finalidades fundamentales, sería bueno que quienes deciden un día dedicarse a esta gestión, recibieran cursos de formación, donde asimilaran las dimensiones prácticas que conlleva el carácter de la no confesionalidad constitucional.
Hasta la fecha, la sensación que se obtiene del comportamiento de cierto sector político –incluidos concejales de una desnortada izquierda-, es que confunden churras con merinas; mezclan sin orden ni concierto la tradición, la religión, la antropología y las creencias individuales a la hora de tomar decisiones con representación universal.
Además de reflexionar en torno a las exigencias de la no confesionalidad en las instituciones públicas, estos audaces políticos que renuncian a su libertad personal para que los demás disfrutemos de la propia, tendrían que darle unas cuantas vueltas mentales al concepto mismo de representación. A la vista de ciertos alcaldes y concejales, el cargo parece que se les ha subido al cerebelo y consideran que cualquiera de sus gestos por minúsculo que sea es representativo de la voluntad popular, cuando no son más que indicios individuales de su personalidad, a veces megalómana, y poco ducha en valores democráticos.
¿Qué necesidad tiene la sociedad de que la represente un Ayuntamiento cuando ella misma puede re-presentarse per se en cualquier acto público?
Que se sepa la gente que asiste a estas manifestaciones no necesita que la representen unos corporativos. Se basta a sí misma. En el mejor de los casos, los ediles podrían aducir que representan esa parte de la sociedad que no asiste a dichos actos. Sería abracadabrante. Cualquiera puede comprender que dicho gesto resultaría ridículo, porque nadie delega en dichos corporativos dicha representación. Solo los corporativos, llevados por un exceso de celo representativo, considerarán que al ser elegidos adquieren de facto la representación de todos los aspectos que afectan a los ciudadanos. Olvidarían que existen aspectos íntimos intransferibles y que nada ni nadie puede representar y, menos aún, públicamente, pues pertenecen al ámbito personal.
La democracia actual, a través de la Constitución, ha establecido claramente cuál es la naturaleza de la representación que pueden ejercer las instituciones públicas: el respeto a la no confesionalidad. Esto exige no apoyar –representar, en este caso-, públicamente ninguna confesión religiosa. Si esto así –y lo es gracias al artículo 16.3.-, ningún Ayuntamiento como institución representa esa sociedad que no asiste a procesiones confesionales de diversa índole. Quienes dicen que los representan incurren en flagrante usurpación. El texto constitucional no reconoce ese derecho. Porque el Estado y sus instituciones son de naturaleza no confesional.
La sociedad no es unívoca en materia de creencias religiosas. Como, tampoco, lo es en materia sexual o gastronómica. Estaríamos ante una contradicción muy severa si como institución intentara la corporación municipal representar una tendencia sexual y gastronómica determinadas de la sociedad.
Lo único real es el pluralismo generalizado. A su respeto y cultivo cívico se debe cualquier Ayuntamiento. Cuando toma una decisión de representación que afecta de forma unívoca a una parte de la sociedad, está contraviniendo el mandato constitucional y democrático. Se sitúa fuera de la ley.
al nuevo Arzobispo de Zaragoza Don Vicente Jiménez , que sepa distinguir entre quienes han sembrado el oprobio , hipocresía y actitudes éticas y morales muy cuestionables y quienes han tenido la valentía y el coraje de denunciar los hechos jugándose el puesto de trabajo . Si la verdad libera , cúmplase .
Zaragoza a 21 de Julio del 2015
Al Movimiento Hacia un Estado Laico no le sorprenden las acusaciones de los obispos aragoneses al nuevo Gobierno de Aragón por la reducción del horario de religión del curriculum LOMCE para la enseñanza secundaria. Simplemente queremos llamar la atención sobre el hecho de que dicha decisión no se aparta de la mantenida por el Ministro de Educación del Gobierno de España para el ámbito de gestión de su Ministerio, publicada en el BOE del pasado 9 de julio y cuyos anexos 3 y 4 pueden consultarse en el BOE de hoy, para comprobar que el horario asignado a la religión por el gobierno del PP es el mismo que el establecido por el departamento de educación aragonés.
Saludamos la decisión de unos y otros de reducir el peso de la religión en el curriculum, pero recordamos que la escuela de todos y para todos es aquella que no hace distingos entre los estudiantes según sean las creencias de sus progenitores. Es decir, la escuela laica, cuya construcción exige la derogación del Concordato que ha constreñido y constriñe todas las leyes educativas que ha tenido España y que supone una pérdida de soberanía nacional.