Adjuntamos archivo con la resolución completa
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¡Por todos los dioses! Qué difícil nos lo ponen. En esta última semana, fundamentalistas de diferentes tendencias, nos han revelado que la evolución y logros sociales distan mucho de caminar en la dirección correcta.
Por un lado nos encontramos un enigmático grupo que autoproclama su dependencia exclusiva de Roma –no Roma ciudad, sino la Santa Sede- y parece que tiene como pretensión la modificación de la estética paisajística. Para ello ha decidido sembrar las cumbres de cerros, montículos, montes, colinas y cuantos promontorios encuentre, de cruces de hierro e imágenes de la virgen ¿Motivo? Convertirnos a todos a la religión verdadera y expulsar del suelo patrio católico a los herejes musulmanes.
En un comunicado panfletario, tan cargado de amenazas como de estupideces, advierten, no se sabe muy bien a quien, que por cada una de las imágenes que sean retiradas/demolidas colocarán dos. Avisan que adoptarán medidas legales contra quienes les difamen, insulten…etc. Nada diferente a lo que cualquiera ciudadano puede hacer en defensa de su buen nombre. Invitan a sumarse a la iniciativa para detener el avance islamista que viene y que está por venir. En resumen el comunicado nos obsequia con una serie de advertencias y recomendaciones que como laxante no tienen precio.
Al mismo tiempo tiene lugar la presentación de un denominado Circulo Musulmán que parece que esté encuadrado dentro de Podemos.
Quiere ilustrarnos el mencionado Círculo con una detallada explicación de la Constitución que establece que España es un estado aconfesional y nos define con su erudición los elementos que comprenden, establecen y componen el carácter aconfesional. ¡Pero vaya! Utilizan la Constitución española Art. 16.3 y la Declaración Universal de Derechos Humanos Art. 18, mezclando el significado de ambos, aunque hubieran acertado da igual, es irrelevante qué legislación o ley define el término aconfesionalidad.
No quiero caer en la tentación de embarcarme en una diatriba semántica sobre la no confesionalidad del estado y los derechos y deberes que ello comporta, me resulta extraordinariamente monótono y sin sentido. A estas alturas de desarrollo social, político e intelectual no tengo ninguna gana de perder el tiempo en explicar a ningún grupo de creyentes de ninguna religión que no me interesan lo mas mínimo sus supersticiones, sus dioses, sus ritos, sus ofrendas, sus cielos, sus infiernos, en definitiva sus creencias.
En una sociedad moderna y avanzada la laicidad no puede ser opcional. Debe de ser de ineludible cumplimiento. Expulsar de la vida política y ciudadana a todos los dioses y dogmas tiene que ser de obligado desempeño.
El respeto por las creencias comienza por el respeto a la ausencia de las mismas. Primero somos ciudadanos, que una vez que formados nos decantamos por tal o cual opción espiritual, o por ninguna, pero primero ciudadanos libres. Limpios de ataduras a dioses que nos hacen crecer y multiplicarnos para mas gloria de sus sacerdotes.
No soy quien para dar consejos a nadie, pero ya que el primer mensaje de Pablo Iglesias nace como contraposición a las castas resulta cuando menos sorprendente que entre sus círculos de
participación pueda tener cabida una de las castas que con más saña ha sometido y pretende seguir sometiendo a la humanidad: La casta religiosa.
La casta religiosa busca el dominio social a través de cualquier medio, poco importan las vidas humanas, son mucho más importantes sus credos. Apoyándose en los miedos y en la incultura, los clérigos de las religiones asaltan el poder civil para imponer sus normas de convivencia. Inconcebible por lo tanto un circulo musulmán, cristiano, judío, budista o de cualquier otra deidad.
Es curioso que ambos grupos nos prevengan de los peligros que representa el otro.
El Objetivo 1300 quiere imponernos en nuestros espacios públicos, la imagen de la cruz y la virgen rompiendo la monotonía de la vista, o sea, como si fuera una burda copia del toro de Domeq. Su finalidad es devolvernos a tiempos que añoran, en los cuales la misa y los ejercicios espirituales eran obligatorios. Me asalta la duda de si no estará la mano de algún Rouco detrás de la iniciativa.
Confiemos que las autoridades – por muy beatas que sean – cumplan con su obligación y no permitan que se profane el suelo común con la publicidad de ninguna confesión. Esperemos que además de demoler las cruces e imágenes que se coloquen se tomen las medidas legales oportunas para castigar la invasión de terreno comunal y demás transgresiones que se produzcan, por mucho que estén bendecidos por Francisco desde la Central de Roma.
En cuanto al comportamiento de Podemos, sería deseable que sean fieles a sus principios y eliminen e impidan, de forma tajante, la formación de castas y sobre todo las más dañinas, alienantes y peligrosas: Las castas religiosas.
Las religiones están muy bien en los recintos religiosos que los fieles respectivos se otorguen para ello, siempre que respeten la ley, pero su lugar no está – como pretende el supuesto Circulo Musulmán – ni en la educación, ni en la política. Por supuesto mucho menos en las instituciones. Y sí por su vigilancia se observa algún incumplimiento de la ley, obligando a las personas a comportamientos vejatorios, o discriminaciones de cualquier clase, las autoridades deben actuar y separarlos de la sociedad. Tolerancia cero con quienes pretendan imponer sus creencias. Sean las que sean.
Con el síndrome incurable de incontinencia verbal, acrecentado de misoginia galopante y una gran dosis de manifiesta estupidez Francisco Javier León de la Riva repite una y otra vez los mismos comportamientos pueriles a pesar de estar ya crecidito.
No es, desgraciadamente, la primera ocasión en la que tenemos que soportar sus gansadas. Una vez ha salido de su boquita la impertinencia, siempre acude al mismo protocolo de comportamiento.
En primer lugar insinúa una errónea interpretación de sus palabras, todo aquel que las critica es por falta de formación para alcanzar a entender el elevado nivel de oratoria del alcalde.
Dado que esta explicación rara vez le da resultado, continua sin el menor pudor con el guión que él solito ha establecido y alude a la perversidad de las personas que han sacado de contexto sus palabras.
En este punto es necesario introducir una nueva variable, este país no sería lo mismo sin el coro mediático que apoya a la formación política que sustenta al alcalde. Los coros y danzas de la sección ultramontana no pueden permitir que una estupidez sea catalogada como estupidez si el que la suelta es uno de los suyos.
Esos simpáticos chavalotes que pertenecen a grupos editoriales que controlan el 80% de los medios de comunicación articulan la defensa del alcalde recurriendo al antiguo método de… ¨y tu mas¨ y acuden a casos similares de miembros de la oposición para ocultar sus vergüenzas. Pretenden que el consabido empate a bobos equilibre de nuevo la contienda.
Como la sociedad española con los años ha crecido y algunas explicaciones son descartadas por infantiles, al amigo León de la Riva solo le queda un último recurso, el infalible: pedir perdón. Camino que, recordemos asfaltó ¨El Campechano¨ con su ¨Lo siento mucho no volverá a suceder¨.
El alcalde deslenguado se retracta y ahora sí es perdonado ¿Cómo negar el perdón al arrepentido en nuestra cristiana sociedad?
No es la primera vez que el regidor del ayuntamiento de Valladolid hace una demostración de machismo medieval. Si mereciera la pena se podría estudiar qué carencia psicológica fue la que provocó este trastorno en el comportamiento del muchacho ¿Carencias afectivas en la juventud? ¿No alcanzar a llamar la atención de las chicas? ¿Ligar menos que los gases nobles?
El alcalde debe estar convencido de la deuda que con él tienen las mujeres, sino no se entiende su fijación por despreciar al género femenino.
De un hombre al que no se le puede negar su formación – aunque él se empeñe en parecer un homínido a medio evolucionar – extraña su comportamiento. La única explicación posible es una carencia de desarrollo personal que le haya marcado negativamente.
Si nada lo remedia parece que será suficiente con su simulacro de arrepentimiento para volver a ser el candidato del PP a la alcaldía de Valladolid. Esperemos que en esta ocasión se imponga la cordura entre sus vecinos y la petición de perdón no sea mérito asaz para ser nuevamente alcalde de la ciudad y resulte, por fin, liberado del cargo.
Para que las mujeres de Valladolid y de cualquier ciudad de España puedan ir adonde le apetezca, sean las seis de la mañana o las tres de la tarde, únicamente necesitan que los poderes públicos cumplan con parte de su obligación y les proporcione la seguridad adecuada.
Si el señor León de la Riva, como él mismo reconoce, no es capaz de articular los servicios de seguridad pública que dependen del Ayuntamiento, de forma que los espacios potencialmente peligrosos estén más vigilados, debe dejar el cargo. Si se ve superado por la obligación de procurar la seguridad de sus conciudadanas debe dejar el cargo. Si pretende sustituir el cumplimiento de sus obligaciones por la paternal advertencia sobre las horas de llegada a casa, debe dejar el cargo.
En cuanto a los peligros de la oscuridad para las mujeres y el riesgo de uso de ascensores para él. Tranquilicémosle.
Cuando no sea alcalde y sin la erótica del poder, volverá a ser el personaje anodino y falto de atractivo de siempre y podrá entrar en los ascensores sin miedo a que las mujeres se arranquen el sujetador o lo que a su calenturienta imaginación le gustaría que se arrancaran. Vivir en una permanente represión sexual marca mucho, sobre todo a los castos por imposición.
Parece que estén disputando una carrera de relevos y que su táctica para ganarla sea provocar el agotamiento por insistencia.
Cuando parecía que por fin habíamos encontrado algo de respeto hacia las opciones individuales de vida, cuando desde las más altas instancias de la Iglesia Católica – Papa Francisco – habían declarado su absoluta falta de autoridad moral para juzgar comportamientos íntimos ¨Quien soy yo para juzgar la opción sexual de las personas¨, nos sorprende el obispo de turno con declaraciones o comportamientos que vuelven a reabrir el debate y a poner en el disparadero el reconocimiento de derechos fundamentales de las personas.
Ni siquiera el voto de obediencia al que están obligados por su condición de prelados les mantiene la boca cerrada. En una sociedad civil nos debería importar un pimiento si los religiosos siguen o no las consignas de su jefe, porque para que cumplan las leyes están los tribunales.
Pero en la sociedad española nada es tan fácil. Un juez ha encuadrado dentro de la libertad de expresión las memeces del obispo de Málaga comparando el matrimonio entre personas del mismo sexo con los delitos de pederastia y la perversión de la zoofilia. Supongo que tildar – siempre desde el máximo respeto – a la sentencia como mamarrachada de un mamarracho estará también protegido por la libertad de expresión, si no es así le pido disculpas al mamarracho antes de que se ofenda.
Encuadrado en la sarta de estupideces que se soportan en la sociedad española nos encontramos con un profesor de religión que decide comunicar, al obispado del que depende, su condición de homosexual, para que el obispo dictamine ¡si es o no idóneo para impartir clases de religión! Y como el obispo no se pronuncia, o no le contesta, insiste para que le cesen porque el mismo no se considera idóneo. O algo así. En realidad quiere un despido para apuntarse a la prestación por desempleo.
El obispo prefiere no darse por enterado y así no verse en la disyuntiva de tener que seguir las recomendaciones de Francisco o las de la Conferencia Episcopal española.
Y en este rifirrafe aparece la opinión de una monja en un programa de la sexta TV, la monja que va de guay, recomienda al ex cura discreción y mano izquierda, eso sí, desde el amor que emana del evangelio. Después de su charla de apostolado – parece el portavoz de Jesús en la tierra – le dice al homosexual que puede tener la opción que quiera pero mejor que nadie lo sepa, y sobre todo que deje al obispo en paz y no le meta en decisiones complicadas. Mejor que siga siendo invisible.
El resumen es sencillo:
Un obispo que equipara la homosexualidad a un delito.
Una sentencia que determina que la equiparación anterior está protegida por la libertad de expresión.
Un ex cura homosexual que cuando se casa no se considera idóneo para impartir clases de religión. Cuando era cura soltero homosexual en el armario, parece ser que si se consideraba adecuado para la enseñanza.
Un obispo silente puesto en el disparadero porque tiene que decidir entre opciones enfrentadas de sus jefes.
Una monja guay que respeta las opciones de los individuos pero mejor que sean invisibles.
Un papa que respeta tanto los derechos humanos y las opciones sexuales de los individuos, que sin embargo todavía no ha tenido tiempo de firmar la carta universal de derechos humanos de la ONU y sigue permitiendo homofobias a los obispos españoles.
Como guinda del pastel, unos medios de comunicación que presentan al cristianismo como el baluarte cultural de nuestra civilización tapando sus vergüenzas pasadas y ocultando las presentes. Se les olvida decir que los derechos de hombres y mujeres se consiguieron desde la lucha de la sociedad civil siempre en contra de la jerarquía eclesiástica. Solo como dato, hasta 1980 una mujer en España no podía tener cuenta bancaria ni viajar sin permiso de su marido.
Seguramente argumentarán que en los países islámicos la situación es muchísimo peor. Ocultaran a propósito que los responsables de esa lamentable situación social son los mismos reyezuelos con los que se sientan a cenar nuestros monarcas y que participan de los consejos de administración de sus boyantes empresas. Aplaudieron a Bush hijo por derrocar a Hussein, igual que habían aplaudido a Reagan y Bush padre por ayudar a los Talibanes.
Cuando dios dinero entra en acción, poco importa la religión. La religión es la información implantada en nuestra cadena genética para poder dominarnos desde la superstición y el miedo.
Ese yugo de esclavitud es el que hay que deshacer. Únicamente desde la sociedad civil nos podemos defender de los ultras religiosos seguidores de dios, de cualquier dios.
Leyes claras que protejan la libertad de conciencia, que expulsen, si, que expulsen a todas las creencias del sistema educativo, que prohíban, si, que prohíban las manifestaciones y expresiones beligerantes contra otras creencias o falta de ellas y que procesen, si, que procesen a los representantes religiosos que valiéndose de su ascendencia espiritual utilicen ese dominio para subvertir la convivencia civil.
Con estas medidas no se habrá acabado con las injerencias de los dogmáticos en nuestras vidas, pero dejaran de tener a dios como escusa de sus desmanes.
Es verdaderamente espeluznante la epidemia de ebola que se esta extendiendo por el continente africano.
Es igualmente desolador vernos convertidos en los destinatarios de la venta de una determinada accion, cuya finalidad es proporcionar mayor gloria a uno de los personajes politicos que mayor suciedad arrastra debido a su caradura y a la desfachatez de su comportamiento.
La mezcla de gobernantes dociles con informantes serviles, ha dado como resultado un ente empeñado en la tarea de convencernos de lo derrochadores que somos, por querer mantener un sistema sanitario que, segùn ellos, no nos merecemos y no podemos permitirnos por estar claramente desproporcionado con nuestros ingresos y recursos.
Para ello han disminuido plantillas de personal sanitario, han descabezado y mutilado los centros de investigación, se han privatizado servicios, y se han eliminado tratamientos y medicamentos, tachándolos de inoperantes y costosos, o se promueven copagos. Se cierran plantas hospitalarias sin mas tramite que las disposiciones caciquiles de los gobiernos central o autonómico de turno.
Se ha dejado de actuar bajo parametros sanitarios, para hacerlo en clave mercantil.
Hasta que, fijese usted, sucede que unos trabajadores españoles, uno de ellos infectado de ebola, son repatriados a España con un extraordinario despliegue de medios.
Como acto humanitario, loable, como respuesta del estado ante las necesidades de sus ciudadanos, encomiable, como protección ofrecida por las instituciones, ante la indefensión de las personas en caso de catástrofe, obligatorio.
Solamente nos choca que en los tiempos mercantilistas de obligada rentabilidad, con los que aparentemente nos seducen, cuando se esta dejando en mano de las mutuas las bajas laborales para disminuir su incidencia en los costes sanitarios y empresariales, se haga tal despliegue de medios sin reparar en costes.
¿Què ha cambiado en las altas esferas de decisión?
No queremos ser mal pensados, pero ¿no tendrá nada que ver que los rescatados sean miembros de la iglesia?
Tan solo 24 horas antes, nos hacían sabedores de la actuación de la Generalitat Valenciana en el tratamiento de un paciente con hepatitis C. Lleva tiempo sin tener posibilidad ni acceso a los fármacos necesarios, según los responsables políticos sanitarios valencianos debido a que los medicamentos están fuera del sistema de salud publico.
La falta de equidad es tan palpable que las preguntas surgen casi sin pensar.
¿Ser sacerdote otorga derechos supletorios? ¿Ser misionero atribuye garantías de tratamiento sanitario?
Deben de ser este tipo de méritos los que adornan a Ana Mato para ser ministra: ser capaz de poner a disposición de las ordenes religiosas los medios del estado, aunque por otro lado se laminen los derechos de los españoles de a pie mas necesitados.
Para todo lo demás únicamente necesita la mastrer card de algún amigo procesado. A ella los cumpleaños le salen gratis y los coches de su ex no le parecen relevantes.
Ahora ha recibido parabienes por la actuación de su departamento en el caso que nos ocupa. Nos unimos a las felicitaciones, nos apena que para que el estado despliegue toda su fuerza para ayudar a un trabajador, este tenga que ser miembro activo de la iglesia.
Recorre el suelo patrio un escalofrío de mística alcáldil. Numerosos pueblos, curiosamente regidos por alcaldes del PP, han encontrado la luz y la iluminaria les hace nombrar alcaldes perpetuos a santos y vírgenes varias.
Los méritos que les atribuyen a los personajes homenajeados con los nombramientos son de lo mas variados y basados normalmente en:
La devoción, naturalmente de ellos.
La tradición, que no es argumento, pues tradiciones hay buenas mejorables, malas y muy malas.
La protección y amparo que conceden al pueblo, como todo lo que se fundamenta en la superstición es, cuando menos, cuestionable.
Entonces ¿que bicho les ha picado a los prebostes de los pueblos en cuestión para emprender esta desaforada carrera?
La teoría mas extendida es la necesidad que tiene el ministro » medallitas tengo», de ocultar bajo una inmensa montaña de inmundicia en forma de homenaje santurrón, la denuncia que se está dilucidando en la Audiencia, sobre la legalidad del hecho de concesión de una medalla al Mérito Policial.
Alguien que nunca debió de ser ministro y ya que lo ha sido sería una desgracia que durara mucho, ha diseñado una estúpida estrategia de distracción.
Si empiezan a florecer casos parecidos de homenaje al santoral católico, la Sala de la Audiencia no tendrá otra opción que reconocer la peculiar singularidad del pueblo español y sus profundas convicciones cristianas.
Y que mejor prueba que ediles corriendo tras una virgen. No tenemos una idea clara de sus intenciones cuándo la alcancen, pero de momento la persiguen y homenajean como manda el ministro.
Confunden y mantienen en la confusión a los ciudadanos, uniendo de forma indisoluble religión y festividad del lugar. Se otorgan a través de sus amigos eclesiásticos la concesión de nuestros festejos y descansos.
De esta forma tan sencilla el cura del lugar adquiere especial relevancia durante las fechas de asueto y divertimento. Y Jorge Fernández obtiene su principal objetivo de esconder su metedura de pata, su legislar favoreciendo a una creencia, a la suya, bajo el servilismo de sus colegitas aduladores que le hacen de pantalla con sus santos y vírgenes alcaldes, que por otra parte pretenden hacer perpetuas.
Les debe evocar otras épocas en los que ellos ocupaban de manera perpetua los ayuntamientos, siempre y cuando fueran dóciles y sumisos con el usurpador.
Ahora el perpetuo no ira mas allá de una legislatura, tiempo que necesitaremos para que desalojen los ayuntamientos.
No necesitaremos de mucho esfuerzo. Si hacemos caso al misógino alcalde de Valladolid, León de la Riva, cuando Podemos entre en su ayuntamiento, el alcalde tendrá que salir corriendo. No sabemos si a su casa a descansar, hacia Barajas para abandonar el país, o camino de Soto del Real para acompañar a Barcenas.
La investigación e intervención de las corporaciones locales marcará el camino a seguir.
Articulo de José Antonio Luque Carreiras
François Coll
Politólogo-investigador
Universidad Complutense de Madrid (U.C.M)
Blog de François Coll en:
http://conflictopolitico.com/
Twitter:
Ha costado, ha habido que reclamar reiteradas veces en sede judicial, en el juzgado Central nº7 de la Audiencia Nacional y posteriormente en la Sala de lo Contencioso Administrativo de la misma Audiencia, pero por fin se ha facilitado el expediente por el cual se concedió la medalla del merito policial a la Virgen del Santísimo Amor.
Una vez conocido, hemos pasado de la indignación por la tardanza en facilitarlo a la estupefacción por su contenido. ¨Pasmaos¨ es el estado anímico que nos ha dejado su lectura.
Ya no se oculta, no tiene ningún pudor el piadoso ministro en remontarse a 1938, han leído bien ¡1938! para justificar sus actos en busca de aplacar su conciencia y dar rienda suelta a sus creencias.
Utiliza el ministerio, en el expediente de concesión de la medalla, actos llevados a cabo por un golpista, que en la fecha mencionada ni tan siquiera era gobierno reconocido por ninguna potencia extranjera, si exceptuamos las hordas fascistas alemanas, y las no menos hordas y no menos fascistas italianas.
Incardinada en esas fechas tiene lugar, entre otros, el nombramiento de un Cuerpo de Investigación y Vigilancia (predecesor del Cuerpo de Policía actual) como Hermano Mayor de una Cofradía de advocación mariana.
El ministerio que dirige Fernández, se acoge a esta parte sucia de la historia de España para fundamentar la concesión de la condecoración.
Se quita la careta y se lanza al monte, ya no es necesario elucubrar, como dice el Evangelio, del que el ministro es tan fiel seguidor, ¨Por sus actos los conoceréis¨.
El acto es claro y diáfano, me cuesta trabajo imaginar al tribunal u organismo que dictaminó sobre la idoneidad de la concesión de la distinción sumergiéndose en la más indecente y oscura historia española reciente para encontrar argumentos jurídicos que sustentaran la concesión. Después de rebuscar encontraron su tesoro en el nacionalcatolicismo español, ¿Dónde si no? Es lo lógico con un ministro completamente moderado y de centro. Del centro equidistante entre la extrema derecha y la derecha extrema.
El instructor del expediente ruega piadosamente y pide que la virgen guie a los miembros del Cuerpo de Policía en el desempeño de su cometido. Por eso la distinción ¨medallil¨, en justo pago por la sabia dirección virginal.
Aduce el expediente a la estrecha colaboración entre la cofradía y la policía !Porque la cofradía libera un preso en Semana Santa! Eso en todo caso es desacuerdo. La policía los detiene, los jueces los condenan y la cofradía intercede para su liberación, ¿con quien colabora la virgen? ¿Con la policía o con los cacos? Por lo que nos cuentan parece que la Hermandad tiene influencia sobrada para liberar un preso. De chiste.
Ahora que han saltado a la luz pública casos como Gowex, o Brunete, o las cuentas vigiladas de Valencia, que conforman la cacareada marca España, la medalla de la virgen es el remate de nuestra seria credibilidad internacional.
El responsable del gremio no dota a las FOP de medios técnicos y humanos para el mantenimiento de la legalidad, no exige preparación para dirigir las operaciones. Lo fía todo a un ¨milagrico¨ de la señora.
Por si le falla esta piadosa solución para suplir las carencias técnico-policiales de la madre de dios, nos intenta sorprender con una ley calla bocas, también conocida como ley mordaza, Tiene la Sala un bochorno universal garantizado. La vista y posterior juicio, será un absurdo internacional. No le importa a Fernández, convencido como está que España es su gran finca, ha decidido poner capillitas donde le da la real gana y Rajoy le permite.
Recientemente hemos conocido unas declaraciones del Papa Francisco en las que nos hacer saber que ¨Los comunistas le han robado a la iglesia la bandera de los pobres¨. Tengo alguna duda acerca de la ¨infalibilidad¨ del pensamiento de Bergoglio.
Según la Iglesia Católica el Papa es infalible en cuestión de dogmas de fe. Esto es algo tan inconcreto y de tan difícil demostración que cuando la realidad indica que el Papa de turno estaba equivocado, sacan el dogma del cajón de la fe y lo pasan al cajón de cosas mundanas. En las mundanas el pontífice puede equivocarse. De esta forma llevamos siglos con Dogmas infalibles y desmentidos posteriores.
En sus declaraciones a Il Messagero, no sabemos si utiliza su don de infalible, o por el contrario nos obsequia con una opinión terrenal. En cualquier caso es fiel a la esencia de la Iglesia Católica de atribuirse la propiedad de todo aquello que nadie exhibe como propio.
Arroga a la Iglesia Católica la propiedad de la bandera de los pobres, de igual forma que los Obispos españoles inmatriculan bienes a su nombre a precio simbólico y así se hacen con la propiedad de la Mezquita de Córdoba o de cientos de casas parroquiales, o con miles de ermitas, o con múltiples huertos y fincas del cura. En mi modesta opinión a los pobres españoles no les importaría lo mas mínimo que la Iglesia recuperara la bandera a cambio de devolver los bienes a los ciudadanos.
El buen Francisco soslaya que, siempre que la Iglesia Católica ha levantado una bandera, ha sido para conducir a los pobres como carne de matadero en las múltiples guerras y tropelías que ha provocado la institución en defensa de sus beneficios y prerrogativas.
Después, una vez alcanzados sus fines, ha cambiado la enseña por un señuelo con el que ha mantenido a los pobres maniatados al poder y por mor de la caridad agradecidos a la sacra institución. La Iglesia sigue enarbolando la bandera de la caridad, nunca la de la justicia. La justicia genera derechos, la caridad engendra agradecidos.
Francisco cumple fielmente lo que estipulan los evangelios, se posiciona en sus declaraciones al lado de los desfavorecidos, de los marginados, de los perseguidos, de las mujeres,… eso sí, solo de palabra. ¿Para cuándo la firma de la carta universal de derechos humanos? ¿Para cuándo el reconocimiento efectivo de la igualdad de la mujer? ¿Para cuándo la condena de regímenes totalitarios paseados bajo palio? ¿Para cuándo el reconocimiento del derecho a una muerte digna? ¿Para cuándo respetar los avances de la ciencia que desmontan las creencias? ¿Para cuándo el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo?
Demasiadas preguntas. Necesita tiempo para contestar y no lo tiene porque está cobrando el vasallaje y recibiendo pleitesía de los monarcas de España.
El nuevo Jefe de Estado español que en su discurso de investidura repitió lo mentado por su progenitor, aquello de ¨Todos somos iguales ante la ley¨. Fue un lapsus sin importancia, en realidad quiso decir ¨Todos VOSOTROS sois iguales ante la ley, yo y ahora mi padre estamos al margen¨. El gobierno ha corrido a aforarlo no vaya a ser que tengamos sorpresas con cualquier juez Castro de turno.
Otro lapsus que ha corrido a corregir el monarca ha sido el guiño de normalidad constitucional que hizo en la ceremonia de nombramiento y jura de nuevo empleo al prescindir de actos, ornamentos y simbología religiosa durante el evento.
Un lapsus que rápidamente ha corregido a toda velocidad, entre todos los países que hay en el mundo con los que España mantiene relaciones ha elegido para realizar su PRIMER viaje oficial como Rey de España, a la grandiosa potencia mundial conocida como Estado Vaticano.
EL Obispo de Roma se ha reunido con el Rey de España. Mientras uno reclama la propiedad de una bandera, el otro en su toma de posesión decía que cabemos todos al mismo tiempo que se impedía el acceso al espacio común a los que portaban determinadas enseñas. La cosa va de banderas.
El Papa dice que le han robado una, la de los pobres. Los vasallos del Rey han secuestrado y ocultado otra por republicana y anti-sistema.
Estando en tan buena sintonía los dos soberanos me da la nariz que va a ser la misma
Artículo del socio de MHUEL José Antonio Luque Carreiras